Siiiii. Está adoptadísima. No sabía vivir sin Pepa y ahora…. es Pepa la que no puede estar sin ella.
Se nos ha vuelto un poco “jetas”, se hace la despistada con esos ojitos que saben poner, pero es una galguilla revoltosa y más independiente de lo que parecía.
Estamos muy contentos con ella. En casa no nos hace falta gallo ni despertador.. tenemos a Noa. A eso de las siete… ya se oye su kikirikííííí´! Hora de salir al jardín a hacer sus cosillas.
Noa es un trasto, tooodo lo que encuentra lo guarda muy a conciencia debajo de su cama. Así que cuando no encontramos el móvil… ya sabes donde mirar.
La queremos mucho!
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